No
encontró Nina en su casa grandes novedades, como por tal no se tuviera, el
contento de doña Paca, que no cesaba de alabar la finura de su huésped. Propuso
a Nina que se trajeran a Frasquito dos botellas de jerez, pavo en galantina,
huevo hilado y cabeza de jabalí.
-Sí, señora -respondió la criada-, todo eso traeremos, y luego nos vamos a la cárcel, para ahorrar a los tenderos el trabajo de llevarnos. ¿Pero usted se ha vuelto loca? Para esta noche haré unas sopas de ajo con huevos y sanseacabó. Crea usted que a este caballero le sabrán a gloria, acostumbrado como está a comistrajos indecentes.
-Bueno, mujer. Se hará como tú quieras.
-En vez de cabeza de jabalí, pondremos cabeza de ajo.
-Creo, con tu permiso, que en todas las circunstancias, aunque sea sacrificándose, debe una portarse como quien es. En fin, ¿cuánto dinero tenemos?
-Eso a usted no le importa, déjeme a mí que ya sabré arreglarme. Cuando se acabe, no es usted quien ha de ir a buscarlo.
-Ya, ya sé que irás tú y lo buscarás. Yo no sirvo para nada.
-Sí sirve usted. Y ahora, ayúdeme a pelar estas patatitas.
-Lo que quieras. ¡Ah...!, se me olvidaba. Frasquito toma té... y como está tan delicadillo, hay que traerlo bueno.
-Del mejor. Iré por él a China.
-No te burles. Vas a la tienda y pides del que llaman mandarín. Y de paso te traes un quesito bueno de postre.
-Sí, sí... eche usted y no se derrame.
-Ya ves que está acostumbrado a comer en casas grandes.
-Justamente: como la taberna del Boto, en la calle del Ave María... ración de guisado a real; con pan y vino, treinta y cinco céntimos.
-Estás hoy que no se te puede aguantar. Pero a todo me avengo, Nina. Tú mandas.
-¡Ay, si yo no mandara, bonitas andaríamos! Ya nos habrían mandado a San Bernardino o al mismísimo Pardo.
Bromeando así llegó la noche, y cenaron frugalmente, alegres los tres y resignados con la pobreza, mal tolerable y llevadero cuando no falta un pedazo de pan con que matar el hambre.
-Sí, señora -respondió la criada-, todo eso traeremos, y luego nos vamos a la cárcel, para ahorrar a los tenderos el trabajo de llevarnos. ¿Pero usted se ha vuelto loca? Para esta noche haré unas sopas de ajo con huevos y sanseacabó. Crea usted que a este caballero le sabrán a gloria, acostumbrado como está a comistrajos indecentes.
-Bueno, mujer. Se hará como tú quieras.
-En vez de cabeza de jabalí, pondremos cabeza de ajo.
-Creo, con tu permiso, que en todas las circunstancias, aunque sea sacrificándose, debe una portarse como quien es. En fin, ¿cuánto dinero tenemos?
-Eso a usted no le importa, déjeme a mí que ya sabré arreglarme. Cuando se acabe, no es usted quien ha de ir a buscarlo.
-Ya, ya sé que irás tú y lo buscarás. Yo no sirvo para nada.
-Sí sirve usted. Y ahora, ayúdeme a pelar estas patatitas.
-Lo que quieras. ¡Ah...!, se me olvidaba. Frasquito toma té... y como está tan delicadillo, hay que traerlo bueno.
-Del mejor. Iré por él a China.
-No te burles. Vas a la tienda y pides del que llaman mandarín. Y de paso te traes un quesito bueno de postre.
-Sí, sí... eche usted y no se derrame.
-Ya ves que está acostumbrado a comer en casas grandes.
-Justamente: como la taberna del Boto, en la calle del Ave María... ración de guisado a real; con pan y vino, treinta y cinco céntimos.
-Estás hoy que no se te puede aguantar. Pero a todo me avengo, Nina. Tú mandas.
-¡Ay, si yo no mandara, bonitas andaríamos! Ya nos habrían mandado a San Bernardino o al mismísimo Pardo.
Bromeando así llegó la noche, y cenaron frugalmente, alegres los tres y resignados con la pobreza, mal tolerable y llevadero cuando no falta un pedazo de pan con que matar el hambre.
Benito
Pérez Galdós, Misericordia.
Galantina: fiambre de carne blanca rellena con otro tipo de carne y recubierta de gelatina.
Tendero: dueño o dependiente de una tienda, especialmente de comestibles.
Avenirse: amoldarse, hallarse a gusto, conformarse o resignarse con algo.
San Bernardino y el Pardo: lugares donde se recogía a los mendigos arrestados por la policía.
Frugalmente: Sobrio, templado y moderado en la comida o bebida.
1. Realiza el resumen del texto.
2. Identifica el tema.
3. Divide el texto en partes y resume cada una de ellas
5. Señala las características del Realismo presentes en este texto con sus ejemplos correspondientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario